Si buscas trabajar y mejorar tu estabilidad a los 50 sin salir de casa, quizá sea esto lo que necesitas. Se trata de una almohadilla de equilibrio, un sencillo accesorio de espuma que proporciona una superficie inestable, lo que requiere un ajuste constante para mantener el equilibrio. Una excelente forma de trabajar con ejercicios fáciles que te proporcionarán múltiples beneficios.
Una almohadilla de equilibrio es una pequeña colchoneta suave que desafía (y, por lo tanto, trabaja) tu equilibrio. Su superficie flexible estimula el trabajo muscular y mejora la coordinación. Puedes usarla para hacer ejercicio o para recuperarte de alguna lesión. Es adecuada para todos los niveles de condición física, lo que facilita los entrenamientos y previene lesiones. Perfecta a los 50.
Este accesorio es tremendamente económico. A partir de apenas cinco euros te puedes llevar uno a casa. Y junto al equilibrio, también te va a ayudar a mejorar la coordinación. Proporcionan un desafío adicional a ejercicios clásicos como sentadillas y zancadas sean más difíciles, lo que mejora tu estabilidad. También fortalecen el core, ayuda a prevenir lesiones y corrige la postura.
Las almohadillas de equilibrio son adecuadas para todas las mujeres, sin importar tu nivel de condición física. Las principiantes pueden intentar movimientos fáciles, mientras que las más expertos pueden realizar ejercicios más difíciles. Siempre podrás encontrar un ejercicio adecuado para ti, según tus capacidades y objetivos.
Mejora del equilibrio y la estabilidad
Una almohadilla de equilibrio te ayuda a mejorar el equilibrio y a mantenerte estable a los 50. Su superficie irregular hace que las piernas, los tobillos y el core trabajen más. Estos músculos trabajan en conjunto para mantenerte estable. Ya sea de pie o en cuclillas, una almohadilla de equilibrio te ayuda a mantenerte estable. También facilita y hace más seguras las tareas diarias.
Por otro lado, tener un torso fuerte te mantiene en forma y previene lesiones. Las almohadillas de equilibrio hacen trabajar los músculos centrales durante los ejercicios. Movimientos como planchas o zancadas sobre la almohadilla ejercitan los abdominales y la espalda. Esto desarrolla fuerza, mejora la postura y reduce el riesgo de dolor de espalda. Con el tiempo, estos ejercicios te hacen más fuerte y estable, lo que te ayuda a tener un mejor rendimiento en otras actividades físicas.
Trabaja la coordinación y la conciencia corporal
Otro de los beneficios más concretos de las almohadillas de equilibrio es que también mejoran la coordinación y la conciencia corporal. ¿Qué es esto? Muy simple: saber dónde se encuentra tu cuerpo en el espacio que ocupa. Los ejercicios de equilibrio sobre la almohadilla entrenan tu cuerpo para reaccionar rápidamente. Te hacen ser más rápida y ágil.
Mientras, te ayudan a prevenir lesiones y favorecen la recuperación. Fortalecen los músculos que rodean las articulaciones. Si te estás recuperando de una lesión, las almohadillas de equilibrio te ayudan a recuperar la fuerza que has perdido en el proceso. Te permiten realizar ejercicios suaves, seguros y de bajo impacto, algo muy interesante y demandado a los 50.
Mujer con un estilismo deportivo.
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Las almohadillas de equilibrio son adecuadas para todos los niveles de condición física. Las principiantes pueden empezar con movimientos sencillos, como permanecer en equilibrio sobre la almohadilla. Si tienes un nivel más avanzado, puedes probar ejercicios más difíciles, como sentadillas a una pierna. Las personas mayores y las personas en rehabilitación pueden usarlas de forma segura para ganar fuerza. Puedes ir a tu propio ritmo. Esto hace que las almohadillas de equilibrio sean útiles para todas.
Ejercicios sencillos con almohadillas de equilibrio
Si estás empezando, prueba ejercicios fáciles para desarrollar el equilibrio. Uno de ellos es el giro de cabeza: ponte de pie sobre la almohadilla con los pies separados y gira lentamente la cabeza de un lado a otro durante 30 segundos. Esto mejora la coordinación y el equilibrio. Otro ejercicio sencillo es subir y bajar. Súbete a la almohadilla con un pie y luego con el otro. Baja y repite. Intenta dar pasos laterales para variar. Esto fortalece las piernas y mejora la estabilidad.
Quedarse encima de la almohadilla de puntillas también es otro excelente ejercicio para principiantes. Ponte de puntillas sobre la almohadilla, mantén la posición unos segundos y luego cambia a sostenerte sobre los talones. Esto fortalece los tobillos y mejora el equilibrio. Y otro: ponte de pie sobre la almohadilla con un pie durante 30 segundos, cambia de pie y repite para fortalecer los músculos y activar el core.












