Te ha costado un gran esfuerzo y ahora temes acabar perdiéndolo. Como bien sabes, los tres pilares fundamentales de nuestra composición corporal (ya hayamos trabajado para aumentar la masa muscular –esta es la mejor táctica para ganar volumen– o para disminuir la grasa –aquí los trucos para conseguirlo a partir de los 40-) son alimentación, entrenamiento y descanso.

Basándonos en ellos, esta sería la forma de no perder el músculo: en primer lugar, está demostrado que puede mantenerse (aunque no es lo aconsejable, no utilices este recurso por pereza) con un intervalo de cinco días entre entrenamientos. Es decir, cada diez días entrenarías un total de dos horas –una hora por día-. No parece mucho, ¿verdad? Y si aun así no puedes cumplirlo, intenta hacer el resto.

Y acepta que hay etapas en la vida y que no siempre podrás estar a tope con los entrenamientos y que tampoco sería sano que siempre mantuvieras un estilo de vida sedentario.
Y acepta que hay etapas en la vida y que no siempre podrás estar a tope con los entrenamientos y que tampoco sería sano que siempre mantuvieras un estilo de vida sedentario.

Dormir. Necesitas descansar y permitirle a tu cuerpo regenerarse y mantener el catabolismo a raya. Y también tienes que alimentarlo correctamente, no solo en cuanto a macro y micronutrientes, sino en lo que a cantidad se refiere. Si te quedas muy corta con las raciones perderás masa muscular. En este sentido, no descuides las proteínas en tu dieta y quítale la cruz a los carbohidratos y las grasas.

Aprende a diferenciar el tipo de alimentos con los que nutres tu cuerpo, como los macronutrientes (en la imagen superior)
Aprende a diferenciar el tipo de alimentos con los que nutres tu cuerpo, como los macronutrientes (en la imagen superior)

Hay personas a las que les da pánico introducir este tipo de alimentos en su dieta si no entrenan, pero piensa que, de no comerlos, no contarás con la suficiente energía como para mantener tus músculos. Además, las grasas (de las buenas –huevo, frutos secos, aceite de oliva…-) te ayudan a mantener a tope tu sistema hormonal.

Y, salvo que a ti te funcione mejor de otra manera, come cada tres o cuatro horas, es la forma perfecta de mantener controlados tus picos glucémicos y tus aminoácidos para que no tengan que tirar de tus proteínas musculares.

Por último, no te angusties. Cuando has sometido a tus músculos a un trabajo intenso, volver no será tan difícil como piensas porque tienen memoria. Eso quiere decir que, en muy poco tiempo, volverán a activarse y podrán trabajar casi desde el punto desde el que lo dejaste.

También te interesa