Sara Flamenco

Todos sabemos que seguir una rutina saludable que incluya una alimentación equilibrada y la práctica de deporte es clave para conseguir adelgazar unos kilos sin poner en peligro la salud. Pero lamentablemente, las responsabilidades del día a día hacen difícil dedicar un tiempo adecuado al ejercicio físico.

Si te incluyes en este grupo, este artículo te interesa, ya que vamos a hablar de un método japonés que promete resultados visibles con solo 10 minutos al día. Eso sí, como con muchas otras cosas, tendrás que ser constante y combinarlo con otra serie de hábitos saludables.

Estamos hablando del método Kaoru, un sistema revolucionario y holístico basado en la relajación muscular y el trabajo de las fascias (las membranas fibrosas de tejido conectivo que envuelven los músculos, forman las cápsulas articulares, los tendones y los ligamentos), que
combina elementos del yoga y del pilates para reajustar la postura corporal.

El método Kaoru recibe el nombre de su creadora, excampeona nacional de aeróbic en su país y entrenadora personal. Para poner en práctica este sistema necesitas muy poco material: una esterilla y una pelota pequeña de lacrosse o de tenis para automasaje, nada más.

Además de adelgazar, este método tiene otros beneficios, como
acelerar el metabolismo, mejorar la postura corporal y la flexibilidad, aumentar la capacidad de concentración, disminuir la hinchazón en el cuerpo y mejorar la apariencia del cutis, que se vuelve más firme y luminoso.

El método Kaoru es ideal para estar en forma con poco esfuerzo. / Foto de Maksim Goncharenok en Pexels.

Cuatro ejercicios del método Kaoru

1. Relajación de la planta de los pies: sitúate de pie con un pie por delante pisando fírmemente la pelota. Flexiona un poco la rodilla y mantén los dedos estirados. En esta posición, deja caer tu peso sobre el pie que está sobre la pelota y realiza movimientos hacia adelante y hacia atrás.

2. Relajación de los gemelos: colócate de rodillas sentada sobre los talones y con los pies estirados. Coloca la pelota de tenis en una de las corvas (detrás de las rodillas) y mantén esta postura el tiempo que puedas, manteniéndote erguida.

3. Estiramientos de la musculatura de las nalgas: coge una silla y sitúate detrás de ella a un metro de distancia. Colócate con las piernas separadas el doble del ancho de la cadera y apoya las manos sobre la silla de forma que el torso quede paralelo al suelo. Trata de no arquear la espalda y mantén la postura al menos durante 10 segundos.

4. Estiramientos de la cintura: de pie, con las piernas separadas al ancho de la cadera y alineadas con los hombros, apoya bien las plantas de los pies con los dedos hacia afuera. Coloca las manos por detrás de la cabeza, cogiéndote los codos y girando el cuello hacia derecha e izquierda.

Además de realizar estos ejercicios, es clave
vigilar la alimentación, evitando comer ultraprocesados, reduciendo el consumo de hidratos de carbono simples y comiendo más frutas y verduras, además de proteínas de calidad. No existen fórmulas mágicas, cambiar hábitos es la clave.