Sara Flamenco

Son muchas las personas que no conciben una comida sin pan. No sólo para los populares bocadillos, sino para acompañar cualquier comida, desde los platos con salsa, hasta las carnes o pescados. Lo malo del pan es que, si no lo eliges bien, es una fuente de harinas refinadas con un alto impacto en los niveles de azúcar en sangre.

Eso sí, bien elegido, el pan puede aportar nutrientes beneficiosos
, sobre todo si escoges versiones integrales y ricas en fibra, proporcionando carbohidratos complejos que liberan energía de manera sostenida. Una de esas buenas elecciones es el plan plano, que contiene una gran cantidad de almidón de rápida digestión.

El pan plano se caracteriza por no estar elaborada
con masa madre y no emplear levadura. De hecho en su origen se realiza la masa y se hornea o tuesta antes de 18 minutos, para que no tenga ningún tipo de levado, por lo que su grosor suele ser muy fino, desde unos milímetros hasta los pocos centímetros.

Se trata, posiblemente, de
la forma más antigua de cocinado del pan, siendo conocido en el Antiguo Egipto y Sumeria, así como en la Antigua Grecia. Y esto puede ser también porque se trata de la forma más simple y rápida de ser cocinado, lo que lo hace un alimento muy atractivo.

No hace falta eliminar el pan de tu dieta, sólo elegirlo bien. / Foto de Marta Dzedyshko en Pexels.

Pan con verduras, la novedosa receta con amplios beneficios

Este pan es más fácil de digerir pero todavía puede mejorarse más su receta. O eso es lo que ha descubierto una investigación el Instituto de Agroquímica y Tecnología de Alimentos (IATA) del CSIC, que ha incluído en este tipo de panes una pequeña cantidad de vegetales deshidratados (un 2% de la receta).

La investigación, publicada en la revista International Journal of Food Science and Technology, revela que la inclusión de estos ingredientes en el pan afecta a la digestión del almidón, mejorando la respuesta glucémica tras su ingesta, es decir, eliminando los picos de azúcar en sangre.

Los resultados de este esetudio muestran que incluir espinacas o acelgas mejoró significativamente el contenido de minerales del pan plano; las aceitunas negras y verdes aumentaron el contenido de grasas saludables; la remolacha y el tomate influyeron en el color y la dureza del pan; las coles mejoraron el perfil proteico del alimento; y la alcachofa o la zanahoria mejoraron la cantidad de fibra; además, el limón y el tomate redujeron la digestión in vitro del almidón.

Pero no sólo modificaron las propiedades nutricionales del pan, sino que también mejoró la velocidad de la digestión del alimento. De este modo, se ha conseguido lograr productos de panadería más saludables para que no tengas que renunciar al pan en ninguna de tus comidas.