El millonario liquidó a la academia en una ráfaga de juego y de goles en el segundo tiempo.

River Plate goleó a Racing Club por la final de la Supercopa Argentina por 5 a 0. El partido fue disputado en el recién inaugurado estadio Madre de Ciudades, en la provincia de Santiago del Estero. Los goles del millonario fueron convertidos por Borre (30), JuliánÁlvarez (68), De la Cruz (70), Miranda en contra (72) Y Suarez (80).

El partido comenzó con Racing intentando manejar la pelota y presionando bien en la marca, mientras que River se estaba acomodando en el partido; los de Gallardo venían de perder finales y de no jugar tan bien ante Platense, mientras que la academia no viene bien en el campeonato. Luego de ese comienzo, fue el millo quien propuso juego y manejar el tramite del partido, ganando la mitad de la cancha y mostrándose con solidez en la defensa, pese a algunos malos pases dados en la salida.

Parecía que River en cualquier momento se pondría en ventaja, pero no pudo hacerlo a través del juego por las imprecisiones en los pases finales. Una pelota parada sirvió para quebrar el cero, siendo que después de un buen centro al corazón del área, Borre metió un cabezazo a la carrera que se coló al costado de Arias, que nada pudo hacer. A partir de allí, los de Núñez se hicieron de la pelota y a Racing le costaba horrores tratar de frenar las subidas de Borre, Suárez y De la Cruz, más las llegadas de Carrascal. Por su parte la academia, intentaba llegar a través de pelotazos a Copetti o alguna jugada que saliera de los pies de Chancalay.

El segundo tiempo comenzó con un Racing que cambio la actitud, algunos cambios de Pizzi permitieron que la academia controle a River en la mitad del campo y genere algunas oportunidades de peligro. La mas clara de la academia fue un remate de Chancalay que dio en el palo de Armani, en lo que hubiera sido el empate que podría haber cambiado el tramite del partido. No fue así y en un intento por ser mas ofensivo, Pizzi mando al campo Cvitanich y compañía para intentar empatar, pero se descompenso en la contención. Una corrida memorable de Enzo Pérez (la figura) le sirvió el gol al pibe Álvarez, que definió de manera exquisita; a partir de allí, cada avance millonario era peligro de gol y Racing no tuvo más respuestas futbolísticas ni anímicas; De la Cruz, Miranda en contra y Suarez, completaron la faena, que pudo ser mayor.

Finalmente, River consiguió un nuevo título después de algunas finales perdidas y confirmo el gran compromiso y unión que hay entre jugadores y cuerpo técnico, mientras que en Racing se tiene dudas sobre el fututo de Pizzi y del equipo; las próximas horas, serán claves para saber cuál será el destino futbolístico que tome la academia, en un año que arranco para el olvido.

Por: Guillermo Boris

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